Es una piedra preciosa de color rosa interesante que solo se introdujo en el mercado alrededor de 1940. Aunque no es particularmente dura, con una calificación de solo 4 en la escala de Mohs, se ha vuelto popular en joyas debido a su atractivo color suave y sus intrigantes marcas abigarradas.

Se trata de una piedra semipreciosa, compuesta por carbonato de Manganeso, es este último el que determina ese fuerte color rosado o púrpura, que se va aclarando a medida que en su composición se ve reemplazado el Manganeso (Mn) por otros componentes. Su nombre proviene de dos vocablos griegos, a raiz de su color, rodo - rosa y crosita - color.

Se presenta preferentemente en capas o costras de estructura bandeadas, con superposición de bandas rosadas de distintas tonalidades, de claras a oscuras, de textura fibrosa, y separadas entre si por un material blanco a blanco grisáceo (mezcla de carbonatos varios de Calcio, Magnesio, Hierro, y con una muy baja concentración de Manganeso).

La rodocrosita representa el amor desinteresado y la compasión. Es una piedra que imparte una actitud dinámica y positiva, es excelente para el corazón enseñándole a asimilar los sentimientos dolorosos. Limpia los chacras del plexo solar y básico y, a nivel psicológico, da vitalidad a la mente fomentando una actitud positiva y potenciando la creatividad.